El descubrimiento del yacimiento de Risco Caído se produce al final de la década de los años noventa del siglo XX, aunque es en este siglo cuando comienza la investigación, conservación y puesta en valor del hallazgo.Risco Caído se encuentra inmerso en el Paisaje Cultural de Barranco Hondo, una de las expresiones más importantes de la cultura troglodita de la isla, pero -además- se trata de un nuevo conjunto de manifestaciones rupestres, exclusivas de la isla de Gran Canaria. Grabados en piedra se representan triángulos invertidos, en ocasiones con un vértice inferior, que generalmente se relacionan con la fertilidad y con la cosmovisión de las sociedades agrícolas. Pero- tal vez- el elemento más sorprendente y relevante de este yacimiento sea la cueva donde se produce un singular fenómeno arqueo astronómico, no solo por el significado del mismo, sino por la excepcionalidad constructiva de la propia cueva.
La cueva es artificial, de planta circular y con un añadido a modo de pequeño espacio lateral que se eleva interiormente en forma de cúpula hasta alcanzar los cuatro metros. En la parte media de la bóveda elíptica -perfecta en su construcción geométrica-, se abre un ventanuco rectangular con una serie de rebajes laterales. Dicho ventanuco permite, en ciertos momentos del año, la entrada directa de la luz solar, proyectándose un haz hacia la parte del fondo de la cueva donde se encuentra el conjunto de grabados púbicos.
El período donde se desarrolla este fenómeno es muy preciso, su inicio coincide con el equinoccio de primavera y su finalización con el equinoccio de otoño, lo que le proporciona las características propias de un marcador astronómico equinoccial. Además, y debido a la casualidad astronómica de que la luna sale en el solsticio de invierno por el mismo punto en que sale el sol en el solsticio de verano, los investigadores han comprobado cómo se repite el mismo fenómeno en torno al 21 de diciembre, esta vez, con la tenue luz de la luna, que baña la pared del fondo de la cueva formando diferentes siluetas en torno a los grabados.
Actualmente se realiza un estudio minucioso de todo el fenómeno, para determinar las recurrencias, la posible significación de las distintas siluetas, su relación con los haces de luz, con los grabados , la cazoletas, etc. Todo este se cree que pudiera conformar un calendario vinculado, no sólo a prácticas astronómicas en sí, sino a rituales asociados a la actividad agrícola de los antiguos canarios.
Finalmente, debemos destacar que, aunque este conjunto ha sido reutilizado hasta hace pocas décadas, el hecho de que estas cuevas hayan sido utilizadas para guardar la paja y enseres agrícolas y no habitadas, ha hecho posible que se encuentren en un perfecto estado de conservación que nos posibilita su estudio.
Si quieres saber más sobre estado del proyecto y las opiniones de los expertos, no te pierdas las III Jornadas de Risco Caído y los paisajes sagrados de Gran Canaria, que tendrán lugar en la Casa de Colón, del 27 al 30 de abril de 2015. Descárgate el programa aquí. ¡Te esperamos!
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